El nombre que nacio de la magia

Este video no es solo una invitación simpática a Eugenio Derbez. Es también un fruto del gozo que encontré luego de retirarme, cuando la música, la pintura, y la escritura se convirtieron en mis aliados de felicidad. Empecé a pintar los rostros de quienes me inspiran, personas que comparten humor, sabiduría y una luz especial—como Eugenio. > > Ver que incursionó en el arte visual fue una sorpresa que me arrancó carcajadas sinceras. Así nació mi “embudón”: una mezcla de frutas tropicales, puestas en un embodo grande pegado a la pared, con creatividad y cariño. Es mi humilde manera de responderle con arte a su arte, y de agradecerle por sembrar sonrisas en tantas vidas, incluida la mía. > > Este mensaje también va para ti, lector. Porque todos llevamos un embudón en el alma, esperando su momento de florecer. Gracias por acompañarme en este viaje entre risas, pinceladas y sueños en marcha.

> Cada pincelada en este “embudón” fue un suspiro entre risas. Las frutas que ves no son simples adornos: son testigos de un momento genuino, en el que el humor se mezcló con la gratitud. Esta pieza no es perfecta, pero es profundamente mía—nacida de la libertad de crear con alegría. Aquí te dejo mi mensaje, directo, sin filtros ni producción, solo el color de mi voz y el arte que brotó de adentro como una carcajada que no se puede detener.